Tradición popular y Nacionalismo

Si hay una expresión más tradicional y popular en los pueblos, ese es el nacionalismo, porque dentro de su teoría más pura, se encuentra la esencia más sencilla de todo fenómeno de masas, de ese patriotismo impertérrito, que siempre se enfrenta a toda expresión que pretenda des-configurar sus bases más neurálgicas, en ello, la Patria, la Nación, y el Estado, como las tres categorías principales de todo nacionalismo real. Es cierto, y no reparamos en precisarlo, que el nacionalismo como tal, es un fenómeno de la modernidad, el Estado-nación, es un fenómeno de la modernidad. Definiendo a la modernidad como el proceso progresivo de secularización de las sociedades. Sin embargo, también es cierto que, no todos los componentes del nacionalismo son modernos, y esa es la razón por la cual el nacionalismo, siendo como tal un fenómeno moderno, se convierte en vehículo, en instrumento de reivindicaciones pre-modernas [p.ej. comunitarismo], y en muchos casos, anti-modernas [p.ej. tradicionalismo y conservadurismo], así el concepto de patria se pierde en las arenas de los tiempos [gens, fatria, tribu, etc], base para otro concepto, el de patriotismo que, desde nuestro enfoque, está en plena armonía con el nacionalismo, sin perjuicio del ligero matiz diferenciante [ya que sólo se circunscribe a la exaltación de la patria, es decir del territorio que ocupa la población de una nación, el país de una nación es la patria], es otra categoría parte del fenómeno nacionalista.

Por todo ello, como fenómeno de la modernidad el nacionalismo es lo propio al Estado-nación, y la superación del Estado-nación augurando el Estado-civilización [tradicional y popular], dicha transición, en nuestra opinión, no podrá ser sino a través de la conjunción entre nacionalismo y humanismo, que nada tiene que ver por ello con ideales cosmopolitas y globalistas, sino por el contrario, patrióticos y soberanistas.

Atte. Secretaría de Doctrina y Programa Político